...acaricio mis pechos, y deslizo mis manos guiadas por el deseo.
Mis ágiles dedos, se entretienen ahora con la cremallera de mi falda, para darme la vuelta y mostrarte la desnudez de mi espalda...
y me agarras
y me apoyas en la pared más cercana ,
y te siento pegado a mis nalgas,
te deshaces de los obstáculos que nos separan
y haciéndote paso con fuerza,
sujetándote a mis caderas,
te deslizas,
me penetras,
me liberas.